A la hora de elegir una segunda o una tercera lengua, el polaco se le presenta al estudiante como una opción muy atractiva. Es la lengua de los casi cuarenta millones de polacos que viven en Polonia, más los diez millones de la diáspora polaca repartida por el mundo. La lengua de un país de la UE con una economía saneada y pujante, y que puede mirar al futuro con optimismo. La lengua de un país en que operan numerosas empresas españolas, al tiempo que también los inversores polacos miran a España con creciente interés. La lengua de un país con una cultura rica y fascinante, con joyas arquitectónicas como Cracovia, Toruń y Gdańsk, y con veinticuatro parques nacionales; un país, por ende, con un potencial turístico enorme, en gran parte aún sin explotar. Un país con una literatura extraordinaria, que sigue enriqueciéndose. Y, en fin, si por una parte se necesitan traductores e intérpretes de polaco, el español, por otra, es una lengua cada vez más estudiada en Polonia, con la consecuente demanda de profesores nativos.